Está comprobado que con la llegada de la época estival se produce un aumento de la incidencia de las intoxicaciones alimentarias, por lo que conocer los motivos que las producen y los alimentos con lo que hay que tener especial precaución, se podrían evitar muchas de estas situaciones tan incómodas para quien las padece.
Al tratarse de una época en la que hay más tendencia a realizar actividades al aire libre es más habitual comer y cocinar fuera de casa, lo que dificulta la posibilidad de tener los alimentos conservados en buen estado y manipularlos correctamente. A ello, tenemos que añadirle que las bacterias presentes en el suelo, aire, agua y en los cuerpos de los animales y de las personas crecen más rápidamente durante estos meses, porque las temperaturas entre 30 y 40 grados, son las idóneas para los microorganismos causantes de las intoxicaciones.
Una de las infecciones más frecuentes durante los meses de verano es la salmonelosis, aunque también hay aumento de las intoxicaciones provocadas por Listeria monocytogenes o Escherichia coli.
El huevo es el causante de más del 20% de los casos de intoxicación alimentaria en España, por lo que las tortillas y las salsas a base de este alimento son especialmente peligrosas si no se tiene la prudencia de conservarlas de forma correcta. Para ello, se recomienda evitar que el interior se contamine con la cáscara que puede estar sucia, tener las salsas como la mayonesa siempre en la nevera y no más de 24 horas desde que se preparan y cualquier alimento que contenga huevo, que no permanezca más de una hora fuera del frigorífico.
El pescado ahora presenta un porcentaje nada desdeñable del total de las intoxicaciones alimentarias debido a la moda de comerlo crudo. Se recomienda manipularlo con cuidado, lavarlo, guardarlo en la nevera hasta el momento de su preparación, eviscerarlo bien y cocinarlo adecuadamente. En caso de querer comerlo crudo, que esté previamente congelado, para evitar la infección por Anisakis.
Otra prudencia que hay que tener especialmente durante esta época es lavar correctamente todos los vegetales que se vayan a ingerir, pues la mayoría de ellos, están en contacto directo con la tierra, que como hemos explicado previamente, en esta época las bacterias se reproducen muy rápidamente debido a las altas temperaturas.
Por último, se recomienda tener especial cuidado con la carne de pollo, ya que se trata de un alimento muy fácil de contaminar por su composición química. Se debe cocinar su carne totalmente, no tomarla cruda ni semicruda, sobre todo en productos picados como hamburguesas y salchichas frescas.
Los vómitos y la diarrea son los primeros síntomas de que estamos sufriendo una intoxicación. Habitualmente se suelen resolver en unas 24-48 horas. Si esto ocurriera, habría que hidratarse adecuadamente y hacer una dieta astringente, si apareciera fiebre o persistieran estos síntomas más de dos días, se recomienda acudir a un médico.
Un artículo de la Dra. Belén Soto, Médico Internista del Hospital Nuestra Señora del Rosario
¡Cuidado con las intoxicaciones alimentarias en los meses de verano!
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