
En muy poco tiempo hemos vivido una radical transformación en la manera de disfrutar nuestro tiempo de ocio. Ya no nos conformamos con ir al cine o asistir o a un concierto, sino que buscamos experiencias novedosas que hagan de las horas libres momentos únicos cargados de adrenalina.
Una de esas actividades que más fuerte está pegando ahora son los Escape Room. Para quien no esté familiarizado con el término, lo explicamos en unas pocas palabras: se nos presenta un enigma por resolver y diferentes herramientas repartidas por una habitación cerrada que deberán ser utilizadas por los jugadores para descifrarlo y poder salir del espacio en menos de un tiempo estimado (normalmente 60 minutos).

Esto ya es una realidad en Madrid, pero lo que propone Fox in a Box va más allá: partiendo de esa base, se nos presenta una serie de elementos que nos sumergen aún más si cabe en la historia, partiendo principalmente de la ambientación: dos salas completamente diferentes en las que se organizan dos juegos distintos entre sí.

Por un lado está ‘El Laboratorio’, una reproducción de una de estas salas en las que tenemos que encontrar el antídoto a un virus que está convirtiendo en zombies a la población. Por otro, ‘El Búnker’, un refugio desde el que tendremos que evitar que estalle la Tercera Guerra Mundial en plena Guerra Fría. Cada sala acoge un máximo de 6 jugadores y como decíamos son completamente independientes. Los dos juegos tienen el mismo grado de dificultad, están hechos para que tanto jugadores experimentados como novatos – con ayuda de alguna pista – puedan llegar a solucionarlos antes de que finalice el tiempo límite, y no mucho antes.
