Las embarazadas entran dentro de los grupos de riesgos ante una ola de calor, junto a niños, ancianos, personas con enfermedades cardiovasculares y enfermos crónicos. Las altas temperaturas que se están alcanzando en toda la geografía española pueden provocar golpes de calor, que pueden provocar complicaciones materno-fetales graves en el embarazo.
“El motivo de estar incluidas en este grupo de riesgo es que las embarazadas tienen sometido su sistema cardiovascular a una sobrecarga, debido a que durante la gestación tienen un mayor volumen de sangre, un ritmo cardiaco aumentado, más retención de líquidos y una ganancia de peso propia inherente al embarazo”, explica el Dr. Juan Luna, ginecólogo y director médico del Hospital La Milagrosa de Madrid.
MINIMIZAR LOS EFECTOS DE LA OLA DEL CALOR EN EL EMBARAZO
– Evitar la exposición al sol.
– Evitar salir a la calle en las horas de máxima temperatura.
– No realizar ningún tipo de ejercicio físico, ni el más, leve en las horas de máxima temperatura.
– Vigilar muy bien el nivel de hidratación. “El consumo de líquidos debe estar 2/3 litros al día. No es necesario que sea sólo agua, pueden tomarse también zumos de frutas, infusiones y refrescos sin gas y sin cafeína”, aclara el Dr. Juan Luna.
– Evitar las comidas hipercalóricas y muy copiosas, ya que supone un sobreesfuerzo la realización de la digestión.
– Comer entre 5/6 veces al día pero pequeñas cantidades.
“Tomar alimentos de fácil digestión y con gran cantidad de líquido en su composición. Por ejemplo las frutas y las verduras son ricas en líquidos: sandía, melón, pepino, tomate, etc. tienen un porcentaje de líquido de entre el 80 y el 90%”, aclara el ginecólogo del Hospital La Milagrosa.
Tomar carnes y pescados no grasos (pollo, pavo, merluza, lenguados, gallos) y preferiblemente a la plancha.
“Cuantos más alimentos fríos podamos ingerir mejor, ya que ayudarán, de una forma muy fácil, a que las embarazadas mantengan una temperatura corporal idónea”, explica el Dr. Luna.
– Utilizar ropa fresca (algodones ligeros, lino, etc.) y holgada, para que sea más fácil la transpiración.
SÍNTAMOS DE UN GOLPE DE CALOR EN EMBARAZADAS
– Subida de la temperatura corporal (piel muy caliente) o febrícula.
– Piel rojiza sin motivo.
– Subida de la frecuencia cardíaca (palpitaciones, taquicardia).
– Sequedad en la piel y las mucosas (boca, nariz).
– Disminución de la frecuencia en la micción.
– Dolor de cabeza, mareo.
– Náuseas y/o vómitos.
“Ante la aparición de estos síntomas lo más recomendable es acudir con prontitud a un servicio de urgencias para controlar los síntomas y analizar los posibles efectos que haya tenido tanto para la embarazada como para el feto” matiza el ginecólogo del Hospital La Milagrosa.