Sólo una mujer, además de ser una opción de ocio para esta tarde, es también una reivindicación. Porque hay ciertos temas que por mucho que se traten, por mucho que los veamos en los medios y por mucho que haya gente, poco solidaría, que dice que le aburren, tienen que seguir denunciándose, porque es parte del plan de acción contra esta lacra, la violencia contra las mujeres.
Hoy os presentamos una llamada de atención, un espectáculo dirigido a todas aquellas que son víctimas del sometimiento, la vejación y la anulación como personas. A todas las mujeres que sufren de violencia, sea del tipo que sea, sólo por el mero hecho de ser mujer. A todas las que aún piensan que sufrir malos tratos forma parte de la vida personal, que es un asunto de familia que no debe trascender de puertas para afuera.
Sólo una mujer nos habla de María, la protagonista de este monólogo, un ama de casa aislada a la fuerza. Su marido la mantiene encerrada mientras él permanece fuera de la casa. María únicamente tiene contacto con su cuñado, imposibilitado a causa de un accidente y hermano de su marido; con la vecina de la ventana de enfrente y que hace las veces de confesora; y con un “mirón”, un vecino colindante de cuyas miradas María se defiende a escopetazos si hace falta.
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