Con el otoño y el invierno, los planes en los parques y al aire libre parecen venirse abajo. Estar todo el día encerrados en casa con los niños tampoco es una buena opción, pues es necesario que salgan y alimenten su curiosidad. En estos casos, una escapada de fin de semana es el plan perfecto. Sin embargo, dado que los fines de semana pasan muy rápido, no nos podemos alejar en exceso de la ciudad. Por ello, las casas rurales en Madrid son perfectas. Están cerca del hogar a la vez que permiten conocer espacios nuevos y diferentes.
Escapadas fugaces
En los últimos años la demanda de las casas rurales ha aumentado considerablemente. Las razones son varias. Por un lado, es una forma económica y sencilla de escapar de la ciudad y tomarse un respiro. Por otro, permiten conectar con la naturaleza, aunque sea por un periodo breve de tiempo. Estos descansos mentales son especialmente positivos para el estrés en el que vivimos, motivo por el cual el turismo rural sigue aumentando cada año.
Como consecuencia de ello, las casas rurales se han multiplicado y podemos encontrar de diversos tamaños, con muchas o pocas habitaciones, dependiendo de lo que busquemos. Algunas están pensadas para albergar un total de 30 personas, de modo que reunir a los seres queridos y pasar un fin de semana agradable es una buena alternativa. Si, por el contrario, se prefiere un fin de semana tranquilo con los allegados, una pequeña construcción con lo mínimo indispensable es ideal.
Una vez tomada la decisión de irse de casa rural, queda saber el lugar exacto. Dado que contamos con pocos días de descanso, lo mejor es seleccionar una casa rural cerca. El Bulín ofrece varias en los pueblos de la Sierra de Madrid, un enclave ideal por su proximidad a la capital. Estas están pensadas para albergar a las familias y, además, son pet friendly, de modo que podrás llevarte a tu mascota contigo.
Actividades rurales
Además de la desconexión, las casas rurales para niños ofrecen múltiples opciones. Aunque el otoño y el invierno son estaciones más frías, también son meses en los que el bosque y la sierra están en su máximo apogeo. Por ello, el senderismo esuna actividad que puede realizarse con toda la familia -mascotas incluidas- y una forma divertida de hacer que los más pequeños vayan despertando el amor por la naturaleza y la curiosidad por cuanto les rodea.
Algunos pueblos en los que se encuentran fácilmente casas rurales (Piñuecar, Horcajuelo de la Sierra, Paredes de Buitrago) poseen algunas maravillas arquitectónicas y culturales. Por ello, podemos aprovechar para hacer una pequeña visita a los pueblos que nos rodean y que, muchas veces, pasan desapercibidos.
Las casas rurales están pensadas para desconectar de la contaminación acústica de la gran urbe, más aun si son casas rurales para mascotas. Dado que en la mayoría hay Internet, llevarnos alguna película para los pequeños una vez anochezca y verla en familia es el mejor plan posible.