Cuando llega Halloween todas las tiendas se llenan de disfraces y propuestas, sin embargo, lo más divertido es cambiar de disfraz cada año y gastar entre 15 y 20 euros Halloween tras Halloween no es la mejor de las opciones. Por ello hoy te contamos cinco propuestas de disfraces caseros por si aún no tienes el tuyo y que además se ajustan perfectamente a todos los bolsillos.
1. Fantasma
Quizá uno de los disfraces más recurrentes, basta con tener una sábana, rotuladores y un pantalón y zapatillas blancas. Solo tienes que cortar unos ojos en una sábana, eso sí puedes llevarlo un nivel más allá y dibujarle una boca tenebrosa o incluir algunos accesorios como una cadena hecha con papel de plata y cartón enganchada en el tobillo. La sangre de mentira o pintura roja también puede funcionar haciendo manchas sobre la tela
2. Bruja
Con un vestido negro, un sombrero de bruja y una escoba. Además de los principales elementos que suelen conformar la identidad de una bruja, podrás realizar verdaderas maravillas con el maquillaje, que es lo que diferencia un disfraz cutre de uno original. Con maquillaje como eye liner puedes dibujar telarañas, arañas e incluso «grietas» en tus manos y cara. Si quieres ir un paso más allá solo tienes que hacerte con pintura de cara verde y convertirte en una terrorífica hechicera y no te olvides de la verruga.
3. Niña del exorcista
4. Frankenstein
Un disfraz a base de pintura verde y una chaqueta con hombreras. Lo ideal es pintarse toda la cara de color verde y las manos también. Con maquillaje también puede hacerse la icónica cicatriz del personaje y las arrugas de su rostro. Completa el disfraz con una chaqueta con hombreras grandes, pero si no la tienes tampoco te preocupes.
5. Zombie
Con estas propuestas llegarás a tiempo para la fiesta de Halloween y lo harás por todo lo alto, además sin notarlo en el bolsillo ¡Que no te preocupe más tu disfraz y a disfrutar!